Golpe de calor
Los perros no tienen la misma capacidad para regular la temperatura que los humanos. Lo hacen de manera más lenta y menos eficiente. Su temperatura corporal de por sí es más alta (ronda los 39°c). Si sube a más, hay riesgo de daños permanentes e irreversibles en cuanto al funcionamiento fisiológico del animal.
¿Cómo regulan su temperatura?
- Almohadillas de las patas
- Mediante el jadeo
- Lugares corporales con poco pelo
¿Cómo podemos evitar los golpes de calor en nuestra mascota?
Tener disponible agua limpia y fresca siempre.
Estar en un espacio amplio y bien ventilado.
Contar con una zona de sombra amplia.
Darle de comer a primera o última hora del día.
Sacarlo a pasear a primera y última hora del día
Salir al mediodía lo mínimo indispensable para que haga alguna necesidad
Evitar que caminen sobre el asfalto o cemento, siempre es mejor por el pasto.
Evitar que haga ejercicio.
Nunca dejarlo dentro de un auto estacionado, ni aunque sean 5 minutos.
Si vas de viaje con él y el auto no tiene aire acondicionado, llevar hielo, un par de toallas y agua. En las paradas, si se ve que va acalorado, mojar bien la toalla y deja que se tumbe encima o que al menos ponga las patas (para las almohadillas). Se puede también de vez en cuando frotarle las almohadillas y el puente de la nariz con un cubito de hielo.
Es importante tener estos cuidados sobretodo para “población de riesgo”: cachorros y viejitos.
¿Cuáles son los síntomas?
- La temperatura corporal supera los 42°c
- Animal decaído, con pocas fuerzas
- Temblores musculares
- Encías azules, por falta de oxigenación en la sangre
- Aumento del ritmo cardíaco
- Mareo/tambaleo
¿Qué se debe hacer?
Acudir inmediatamente al veterinario o a una clínica veterinaria. En el camino, humedecer con una toalla húmeda el cuello y la cabeza, frotar un hielo contra el puente de la nariz y humedecer la boca. No forzar a que tome grandes cantidades de agua.